Mastúrbate
de Irene GrussMastúrbate
úntate cada pezón con miel
y baja el mentón, la lengua
saben dulces, toca
circularmente cada punta morada, agrietada o lisa
y luego acaricia el vientre, el ombligo,
haz cine o literatura
con la mente pero no olvides los pezones,
la miel, el dedo circular
hazlo frente al televisor mientras te ríes
y te humillas: mastúrbate, abandona,
cuida el clítoris como a la piel de un niño,
escucha el viento que suena detrás
de la ventana cerrada, guarda tu jugo
a escondidas del mundo
y mastúrbate, que tus piernas
comiencen a abrirse y a cerrarse
que tu murmullo sea un gemido ronco,
grito agudo en el aire, en el hueco que
pide penetración, contacto,
habla despacio
hazlo en silencio pero gime
aúlla
murmura aunque sea el goce
el rozarse de tu pelo en la almohada
en la alfombra en la nuca,
mastúrbate,
hasta que las rodillas tiemblen
hasta que caigan
lágrimas y suene esta vez
no un viento sino un timbre
y otro, regular la campanilla,
recién entonces
dilátate como en el parto
lubrica tu vagina, el tubo que
sigue llamando, levántalo, bájalo
introdúcelo
y escucha ahora su voz,
lejana, ajena,
y cierra tus ojos, su boca
tan adentro.
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Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Julio Cortázar
Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,
como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,
todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.
Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,
y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.
Julio Cortázar
LAS CIUDADES Y LOS INTERCAMBIOS.
En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros según indiquen relaciones de parentesco, intercambio, autoridad,
representación. Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre medio, los habitantes se van: se desmontan las casas; quedan sólo los hilos y los soportes de
los hilos.
Desde la ladera de un monte, acampados con sus trastos, los prófugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y los palos que se levantan en la llanura.
Y aquello es todavía la ciudad de Ersilia, y ellos no son nada.
Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Tejen con los hilos una figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más regular que la otra. Después la abandonan y se trasladan aún más lejos con sus casas.
Viajando así por el territorio de Ersilia encuentras las ruinas de las ciudades abandonadas, sin los muros que no duran, sin los huesos de los muertos que el viento hace rodar: telarañas de relaciones intrincadas que buscan una forma.
El dolor es el baremo con que se mide el cariño,…el amor es la medida con que se mide el perdón,…y el perdón es la distancia que nos acerca al ayer,…que nos aleja el mañana,….asumimos la ignorancia para no ser ignorados,….no aceptamos la indiferencia para no ser diferentes,….y acatamos la hipocresía que nos deja ser hipócritas,…y proyectamos en otros parte de la mezquindad que nos refleja realmente,….nos justificamos hasta mentirnos,…y nos mentimos hasta aceptarnos,…hasta que llega el momento de detenernos en el quicio del pasado,…y ajustar cuentas con lo vivido,….y somos jueces que juzgan desde lo honesto de un final sin retorno,…porque es el fin del final,…y esperamos que el recuerdo nos sonría,….que los daños sean tan solo cicatrices,…y que los errores no hayan devastado a los aciertos,…para que el ultimo hálito de vida, sea de vida y no de muerte,…quiero otorgarme el consuelo que la bondad me promete,…quiero ser la intensidad pero sólo hasta no herir,….para poder reprocharme solamente la verdad,…porque prefiero sentirlo antes que decir lo siento,….PD: Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.
José Ramón Marcos Sánchez.
Necesito caminar para seguir caminando,…
aunque el dolor sea intenso y me parta en mil pedazos,…
y el horizonte se pierda enturbiado por el llanto,…
aunque el sentido se rompa buscando significados,…
en el retorno de un nunca,…
en el envés de hasta cuando,…
aunque la vida me olvide caminaré mas despacio,…
aunque la muerte me llame renaceré en su regazo,…
hasta derrotar ausencias y superar los fracasos,…
hasta recordar de nuevo la sonrisa del pasado,…
necesito caminar para seguir caminando,…
impregnarme del cariño de los detalles callados,…
sostenerme en la presencia de los que van de mi mano,…
de los que están en silencio acompañando mi daño,…
caminaré con sus fuerzas hasta que nada sea algo,…
aunque el mundo se detenga continuaré caminando,…
porque estás aunque no estés y siento tu alma en mis pasos,…
tengo que hacerlo por ti,…
por el amor que me has dado,…
tengo que hacerlo por mi,…
para que el destino entienda que no puede separarnos,…
necesito caminar para seguir caminando,…
necesito caminar hasta llegar a tu lado,…
PD: Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.
José Ramón Marcos Sánchez.
No tiene sentido contar que las flores
se pudren y sueltan muy malos olores
No tiene sentido contar lo que pasa
también la belleza encochina la casa.
Tantos cubetazos, tantos recetarios
tanta pesadilla cansada y gastada
tanta escoba nueva
que se vuelve usada
tantos talismanes rodeando mi almohada.
No tiene sentido contar que la garza
se muere desnuda y violenta de farza
Estas son canciones que se olvidan mansas
esta es una cana y esta es una panza.
Dame tus hojales
dame que te coso
no tienes botones
ni tienes cerrojos
No tienes temores
con tus desnudeces
No tienes las carnes
que tienen los peces.
Sola yo solita
me lleno de gracia
como a un almohadón lo rellenan desgracias
con plumas de ganso
ya sacrificado
sólo para el bien del dolor del costado.
No me dejes sola porque me abandono
y llamo a los dragones, que son bien sacones
y enciendo un incendio
que será el calvario
No me dejes sola como a un calendario.
Y límpiame las manos de malos presagios
lléname de orégano, tul y canela
Besa mis pestañas
Besa mi melena
Di que entre otras cosas podría ser buena.
Di que tú te entiendes con los satanaces
que me van rondando me case o me caze
di que tú me cuidas, di que tú me calmas
Di que tú ya sabes
calentarme el alma.
YouTube – Joan Manuel Serrat – Y el amor
El milagro de existir…
El instinto de buscar…
La fortuna de encontrar…
El gusto de conocer…
La ilusión de vislumbrar…
El placer de coincidir…
El temor a reincidir…
El orgullo de gustar…
La emoción de desnudar…
y descubrir, despacio, el juego.
El rito de acariciar
prendiendo fuego.
La delicia de encajar
y abandonarse.
El alivio de estallar
y derramarse.
Y el amor,
el amor,
el amor,
el amor,
el amor,
el amor.
Busco la ternura del vientre de un todavía,…
para cobijarme en ella como cuando era posible,…
como cuando me existías,…
y soñarte no era un sueño,…
y sólo nos importaba nuestro rincón de suspiros,…
nuestro pedazo de ahora,…
y el resto no era nada más que el resto,….
encuentro melancolía en cada nota del aire,…
en cada gota del tiempo,….
y la añoranza se clava entre tu adiós y mi cuerpo,…
entre morir y muriendo,…
y moldeo mi agonía fingiendo que no agonizo,…
y lloro ausencias de ti en presencia del recuerdo,…
espero encontrar tu esencia en algún hueco de aquello que arrancó al cielo del cielo,…
que dejó al ruido sin ecos,…
que silenció hasta el silencio,…
y me exilió al ostracismo de una lejanía que a latidos quiere llevarse la vida,…
que a golpes de duelo quiere enterrar al destino,…
y quedo inmerso en la memoria de aquella historia que se llamaba nosotros,…
que nosotros iniciamos,…
que se marcho sin nosotros,…
busco tu piel en la mía para recordar tu olor,…
busco entre sombras las causas,…
esas que sin darme cuenta vivieron al desamor,…
esas que muy lentamente fueron matando al amor,…..
PD: Dios no me quiere y el Diablo me tiene miedo.
José Ramón Marcos Sánchez.